Resumen:
La memoria es una construcción permanente del presente, ello significa que su existencia se configura en un tiempo (presente) móvil que articula relaciones con materialidades, oralidades y tradiciones. Es un hecho político que habilita la existencia de narrativas a partir de configuraciones múltiples que son mediadas en espacios históricos, sociales y culturales concretos. Este enfoque, obliga a los investigadores a transformarse en tematizadores de las batallas por el sentido y sus implicancias generando activaciones más allá de lo estrictamente disciplinar. En su primera parte, Lídice: memoria, espacio público, acción política. Y otras memorias subalternas se presentan recorridos múltiples a una memoria fragmentada que relaciona Lídice con Canelones. Se desarrolla bajo la forma de un contrapunteo entre la memoria y la reflexión, en el cual los autores articulan discursos disciplinares y experiencia pedagógica para entregarnos un texto que habilita muchas líneas de pensamiento, trabajo y reflexión. La segunda parte se articula como un coro polifónico dónde diversas voces atravesadas por voces diversas construyen fragmentos de recorridos posibles.