Resumen:
Una buena manera de apropiarse del sentido de los derechos es volver a las posiciones de origen. Es decir, aquellas previas a la constitución de Estado o de la esfera pública. Imaginarnos antes y después de los derechos nos puede ayudar no sólo para discutir cuáles serían los derechos más estratégicos, sino para determinar a quién reclamarlos. Además, esta forma de construcción da una idea inmediata del sentido de integralidad de los mismos, pues al momento de obligarnos a proponer los que consideramos indispensables, se observa la necesaria interrelación que debe existir entre derechos de diferente índole.