Existe un amplio consenso acerca de la importancia de la innovación y del cambio tecnológico para explicar el crecimiento y el desarrollo económico. Sin embargo, aún persisten diversos interrogantes acerca de los determinantes y la forma bajo la cual este proceso se manifiesta. ¿De dónde proviene el cambio tecnológico? ¿Cuál es la relación entre el funcionamiento de los mercados y la introducción de nuevos productos y procesos? ¿En qué medida la organización interna de las empresas alienta o limita el desarrollo de innovaciones? ¿Qué capacidades deben desarrollar las empresas? ¿Cuál es el rol de la demanda? Las instituciones tales como las universidades y los centros tecnológicos pero también las normas y leyes como la de propiedad intelectual juegan un rol clave en el ritmo y dirección del cambio tecnológico. Sin embargo aún es una incógnita qué características deben tener estas instituciones y cómo deben articularse con las organizaciones privadas para alentar los procesos de innovación. Es decir, aún resta por responder cuáles son los diseños de política pública en ciencia y tecnología necesarios para impulsar un proceso de desarrollo basado en la innovación.