Yelitza C. Rivas C.
Descripción:
El aguardiente y las bebidas estimulantes constituyeron un rubro económico importante durante la época colonial, en consideración del alto grado de aceptación entre los consumidores de los diferentes extractos sociales que garantizaba buenos ingresos monetarios para sus productores y para las autoridades, quienes concentraron todos sus esfuerzos para tener el control de la producción y comercialización a fines impositivos. Al mismo tiempo, la iglesia prohibía el consumo no reglamentario del aguardiente, al fin de evitar las borracheras y los comportamientos que estas implicaban para hombre y mujeres. De esta manera, durante el siglo XVIII, en la Provincia de Venezuela, el uso del aguardiente y otras bebidas estimulantes articularon un modo de vida particular entre las autoridades y los habitantes: pago de impuestos, pero también producción clandestina y contrabando de aguardiente; rebeliones contra las autoridades en contra de las reglamentaciones; y, finalmente, consumo clandestino en fiestas y reuniones nocturnas.