Resumen:
Entre 2020 y 2022, una crisis energética global sin precedentes expuso y profundizó desigualdades existentes en el acceso y uso de la energía. El objetivo de este estudio es analizar cómo la desigualdad energética, entendida como un conjunto de privaciones energéticas de diversa severidad, se manifiesta en América Latina y Europa, comparando casos de Alemania, Argentina, Colombia y España, con un enfoque cuantitativo y econométrico centrado en los hogares para el año 2022. En el marco de dicho objetivo, se consideran distintos tipos de privación energética como componentes del fenómeno de la desigualdad energética (en orden creciente de gravedad): vulnerabilidad, pobreza e indigencia. Se adopta una perspectiva que entiende la energía como un derecho social esencial para el bienestar, y no solo como un insumo económico.