Resumen:
Las prácticas de economía social y solidaria vienen teniendo, en varios países de la región, un creciente, aunque heterogéneo, reconocimiento. En este marco, los trabajos de este volumen expresan la diversidad de orígenes, sectores y alcances que tienen estas experiencias. Y, con ello, se alejan de la imagen de una economía de pobres, reactiva, con escasas posibilidades de innovación, sin logros efectivos de buenas condiciones de trabajo y de vida para quienes las llevan a cabo y con pocas instancias para demostrar una racionalidad socioeconómica alternativa.