En la actualidad, la evaluación formativa se ha integrado a nuevas demandas epistémicas para la transformación de la educación en todos los niveles. A través de este enfoque, se pretende considerar la importancia el trabajo colaborativo de los estudiantes, sus interacciones con la alteridad, así como el desarrollo de pensamiento crítico, reflexivo y la adquisición de diversas competencias que tiendan hacia el desarrollo de habilidades para la inserción social, para el actuar responsable, solidario e incluyente en el contexto global del siglo XXI. Por este motivo, la investigación tiene como objetivo proponer un modelo epistémico de evaluación formativa, pensado para fortalecer la praxis pedagógica docente. Para lograr tal fin, se utilizó una metodología de tipo básica y diseño descriptivo, propositivo. Se empleó un cuestionario para el diagnóstico, con una muestra de 256 docentes que, mediante el análisis teórico de las fuentes literarias recogidas, lograron la retroalimentación y evaluación precisa de la información recabada. Como resultados, se propone un modelo basado en el enfoque formativo, mediador e inclusivo, cuyos aportes se sustenten en los lineamientos del pensamiento educativo constructivista y socioconstructivista. Se concluye que la formación del pensamiento crítico y la consolidación de un modelo educativo alternativo, divergente, supone de una ardua tarea diaria, de actividades planificadas para desarrollar la capacidad reflexiva de estudiantes y docentes.