Este trabajo analiza el debate filosófico y teológico más importante del período medieval, a saber, la querella entre la razón y la fe. Esta cuestión debe ser abordada teniendo en cuenta que, en el medioevo, la realidad de Dios es el punto de partida del pensamiento y de la reflexión, por lo que las creencias religiosas constituyen el marco que posibilita y limita la eclosión de la argumentación y justificación racionales. Ahora bien, considero que es aconsejable no embarcarse en la espinosa cuestión de si es posible una filosofía cristiana, es decir, de si constituye o no una contradicción unir conceptualmente la religión y la filosofía. Para la consecución del objetivo propuesto, comienzo contextualizando la era medieval y, en un paso posterior, explico cómo convivieron, en los primeros siglos y bajo una directriz unitaria, los ámbitos de la teología y la filosofía. Después, estudio las centurias del X y el XII por cuanto permiten el asomo explícito de las diferencias entre la fe y la razón como dos maneras de acercarse a la realidad. Y, por último, el acercamiento al siglo XIV, el cierre de la época medieval que logra separar e incluso independizar ambos ámbitos. Todo ello para acabar con unas conclusiones que están enfocadas a aclarar los conceptos y temporalidades analizados a lo largo del trabajo.