Este estudio se desprende del rol que debe asumir el docente universitario del siglo XXI en el nuevo enfoque de la universidad en Latinoamérica, por ello, se planteó como objetivo, realizar una reflexión sobre los compromisos ético–sociales que derivan de la profesión para satisfacer la demanda de la sociedad. Se utilizó como metodología, la revisión documental procurando el análisis hermenéutico con estrategias de criticidad valorativa. Entre los hallazgos se exponen los valores éticos del docente como razón para el modelaje de los educandos y de las propias comunidades, a través del trabajo investigativo y extensionista, que converge en la tercera misión de la universidad de cara a enfrentar el compromiso social y ético de la labor docente, apuntalado en dos direcciones: transferencia de conocimientos, y contribución de la universidad en la defensa de los derechos humanos, la paz y la democracia.