García García, Yadira Esther; Bustamante Montero, Francisco Javier; Blanco Zúñiga, Alejandro Luis
Descripción:
Los grandes cambios estructurales en el sector público, originados por importantes factores tales como la liberación, la competencia global, las discontinuidades tecnológicas o las cambiantes expectativas de los ciudadanos, plantean nuevos retos a la gestión pública. Las antiguas recetas ya no funcionan, ahora marca pauta el desempeño ético y moral. Los líderes gubernamentales están aspirando posicionarse mejorando su desempeño, están dejando atrás los enfoques estratégicos tradicionales retomando los valores como ariete para marcar el camino con el desenvolvimiento ético. Buscan nuevas formas para finar el rumbo en un entorno turbulento. Los académicos enfrentados a la misma realidad cuestionan igualmente la validez de ciertos comportamientos políticos, como las herramientas estratégicas para la competitividad. Ante la pérdida el rumbo por la carencia de un paradigma ético, coherente y valioso, al parecer la gestión pública ha decidido dedicar su atención en materializar ideas para la concreción de una ética gubernamental. Estas virtudes se pueden trasmitir a toda una gestión orientada hacia el exterior, pero dependiente de la plena implicación de cada una de las personas que la conforman. Una gestión pública exitosa, está fundamentada ante todo por la ética, persiguiendo la creación y el mantenimiento de habilidades morales y valores.