El artículo analiza el rol de la investigación universitaria en el momento actual, a partir de tres aspectos fundamentales: 1) El papel de la educación superior dentro del contexto global, donde la universidad se ha acoplado a la visión científico-moderna del saber, forjando profesionales desde una racionalidad eminentemente instrumental y utilitarista del conocimiento. 2) El rol de la investigación universitaria y su pertinencia social 3) Las posibilidades de la investigación universitaria de contribuir con el desarrollo sustentable y el fortalecimiento de los derechos colectivos. Lo expresado tiene como una condición sine qua non el trascender la racionalidad cartesiana predominante en espacios académicos, que concibe lo real de manera atomizada y fragmentada, sin considerar la compleja red de eventos, acciones e interacciones que se encuentran entrelazados en el mundo fenoménico. Este necesario giro epistemológico en la praxis investigativa universitaria hace propicio un abordaje teórico y práctico de los problemas sociales, entendiendo la realidad social como un todo indivisible, con una orientación ética basada en los valores de la sustentabilidad. De esta manera la universidad puede dar una respuesta más efectiva a la demanda social de vincularse auténticamente con su contexto social comunitario, y participar activamente en la resolución de sus problemas.