Resumen:
La insurgencia del movimiento zapatista, el mismo día y año en que en México se inauguraba el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, transformó de manera radical y profunda los imaginarios políticos del continente. Emergía un poderoso actor social, que cuestionaba radicalmente los contenidos más profundos del proyecto civilizatorio de la modernidad: el movimiento indígena latinoamericano. Esta emergencia se hacía con un juego semiótico y simbólico altamente significativo: en el momento en que México entraba de lleno en la globalización, y con los rostros cubiertos de máscaras.