La determinación del conocimiento a partir de principios absolutos, propia de la teoría de conocimiento aristotélica es rebatida a partir de los ataques escépticos de Sexto Empírico y sus seguidores, quienes encuentran inconsistencias en su establecimiento y fundamentación. Ambos, aristotélicos y escépticos, parten de un suelo común: el conocimiento debe construirse sobre bases sólidas y los principios deben garantizar un conocimiento infalible: Este requisito de infalibilidad, de “todo o nada” no tiene en cuenta los aspectos graduales y cuantitativos de una fundamentación del conocimiento.
La falta de estas distinciones graduales conlleva, en el escepticism, a la negación de todo conocimiento, y en el aristotelismo (para el cual la única ciencia posible es axiomática-deductiva) obliga a la postulación de una facultad única y específica: la intuición intelectual, sobre la cual descansa todo el fundamento del conocimiento. Sólo la introducción de cierto falibilismo permite suavizar a las críticas escépticas y despejar los rígidos lineamientos científicos que propone Aristóteles.
Fil: Mux, Jorge Gabriel. Universidad Nacional del Sur. Departamento de Humanidades; Argentina.