Resumen:
Rasgar las cuerdas de un instrumento musical, es algo así como tomar cinco pinceles-los dedos de la mano-y con la otra, la paleta decolores Más allá del lugar común presente en las líneas anteriores, la pintura y la música se acercan en el ritmo y la armonía que ambos actos creativos requieren. Sin querer traer a juro nada, el universo simbólico que encierran las metáforas de pentagramas y cromáticas se reflejan en ondulaciones de luz y sonido, frecuencias vibratorias percibidas por ojos y oídos.