Resumen:
La muerte de David Cañiza, ex niño soldado, manifiesta la necesidad de que el Estado asuma las responsabilidades de prevención, protección y reparación y asistencia integrales a víctimas y sus familiares, de acuerdo a los compromisos internacionales. La explotación de familias de comunidades de pueblos originarios del Chaco y los malos tratos denunciados a civiles dentro de la Escuela de Caballería manifiestan la necesidad de verificar la situación general de civiles en unidades militares que incluyan a la práctica del “criadazgo” y de la militarización de adolescentes en conflicto con la ley. Debe asumirse la práctica sistemática de “descuereo” como tortura e implementarse las medidas de reparación para las víctimas y familiares de víctimas. Se reactivó el trabajo de la Comisión Interinstitucional de Visita a Cuarteles.