Resumen:
La aparición en la región de gobiernos electos en las urnas con inclinaciones izquierdistas y que derrotan propuestas más conservadoras, ha levantado un número plural de preguntas. Quizás la pregunta más relevante que se plantea es si América latina se enfrenta a una tendencia políticoelectoral irreversible y acumulativa. Al mismo tiempo, sin embargo, se señala que los gobiernos “progresistas” elegidos en la región están cumpliendo con agendas ajenas (neoliberales) a los intereses de los sectores populares que los llevaron al poder. Hay quienes plantean, incluso, que los nuevos gobernantes son “neoliberales” enmascarados detrás de una aureola popular. Este artículo pretende abordar estas dudas en torno a los gobiernos “progresistas” que han surgido a principios del siglo XXI. Primero queremos desechar cualquier confusión quepueda existir entre el actual panorama político con el populismo del pasado. Segundo, creemos poder explorar en forma más diligente el problema introduciendo el concepto de “revolución pasiva” utilizado por Gramsci en la primera mitad del siglo XX. A su vez, es necesario reconocer las clases sociales y sus proyectos. Por último, no se puede dejar fuera del análisis las contradicciones que genera el desarrollo capitalista a escala mundial.