Resumen:
La migración cubana hacia República Dominicana, como expresión de flujos poblacionales entre países periféricos no deja de constituir un reto para las corrientes que se proponen interpretar tales movimientos. De adscribirnos a uno u otro de los paradigmas tradicionales para explicarlo, corremos el riesgo de absolutizar factores macro o micro-estructurales y consecuentemente de que no logremos atrapar en su integralidad la complejidad del proceso que nos ocupa. El trabajo considera desde una perspectiva historicista la dinámica que se da entre la situación de crisis económica que vive Cuba, desde el año 1989, con la desaparición del campo socialista, y su impacto en las condiciones de vida de la población, en su condición de país emisor, así como las restricciones de la política migratoria de Estados Unidos hacia los ciudadanos cubanos que desean emigrar a su territorio.