Descripción:
Las diferentes estrategias socio-económicas surgidas en Venezuela con el gobierno de Chávez, en su esfuerzo por establecer el socialismo, reflejan un deslinde de los movimientos y el pensamiento izquierdistas en todo el mundo que se remontan a Marx. El debate actual se centra en las motivaciones básicas de aquellos que viven y trabajan bajo el socialismo y los logros y metas fundamentales del sistema. Aunque prospera su discusión informal, no se ha promovido el debate formal o establecer mecanismos para que las opiniones de la gente común lleguen a las políticas debido a la mentalidad ecléctica de sus líderes. Una de las dos posiciones en debate, llamada optimismo cultural, asociada con el concepto del Che Guevara del Nuevo Hombre Socialista, argumenta que existen condiciones subjetivas conducentes al cambio de gran alcance, y que las personas están preparadas para participar en las relaciones socialistas y superar aspiraciones materialistas. En contraste, los realistas enfatizan la lucha para incrementar la producción (más que el cambio cultural) y están a favor de políticas pragmáticas como incentivos materiales y el mantenimiento, al menos a corto plazo, de ciertas prácticas asociadas con el capitalismo con la finalidad de lograr esa meta.