Víctor M. Mijares
Descripción:
El desarrollo del Estado moderno encontró en el petróleo una fuente eficiente de energía; presta esta última a ser incorporada dentro del espectro de intereses políticos objetivos de las potencias de primer orden; urgidas de energía para la propulsión y despliegue físico de las fuerzas para mantener o escalar nichos en la estructura internacional; y, en segundo lugar, de los Estados que cuentan en su base territorial con yacimientos petrolíferos suficientes para satisfacer la demanda interna de energía y exportar excedentes que le reporten un beneficio material necesario para emprender políticas sociales e industriales enmarcadas en el paradigma occidental del desarrollo lineal ascendente, privativo de la modernidad. Mostrar el conflicto estructural inherente a esta relación de poder, y los intereses de las partes, es el objeto del presente ensayo.