Descripción:
El resurgimiento de Rusia como potencia mundial a mediados de la década pasada se hace evidente mediante su política exterior cada vez más asertiva ante Occidente. La irrupción rusa en la escena continental americana forma parte de esa estrategia global, que se va acrecentando a través de los lazos comerciales y tecnoindustriales con Brasil, México, Ecuador, Argentina, y en especial con Venezuela. En el caso particular de Rusia y Venezuela, los numerosos acuerdos, convenios y memorandos logrados entre ellos en 1999-2012 representan variables estructurales de importantes afinidades entre Moscú y Caracas. El objetivo central de este ensayo es analizar la asociación estratégica a la luz de las convergencias y divergencias en las políticas exteriores de Rusia y Venezuela, así como sus respectivas implicaciones hemisféricas.