Descripción:
Se aprecia cada vez con mayor intensidad un alejamiento de los postulados prevalecientes en los años noventa sobre la necesidad de más mercado y menos Estado para rescatar la importancia tanto del Estado como de las comunidades en la solución de los problemas de acceso al servicio de agua potable y saneamiento, aún cuando las realidades nacionales y locales difieran fuertemente unas de otras. En Venezuela la institucionalización del agua como un bien de dominio público y la participación comunitaria como la forma más adecuada de mejorar el acceso a estos servicios ha dado resultados positivos: las metas del milenio se han alcanzado con una anticipación de 10 años.