Resumen:
La hipótesis central de este artículo, a diferencia de otros estudios realizados sobre el sector educativo, es que además de las restricciones de recursos financieros, los principales predictores de la inserción, permanencia y nivel máximo de escolaridad alcanzado por los individuos y en los diferentes ámbitos territoriales obedecen a las condiciones socioeconómicas, al background familiar y a la calidad de los entornos locales en los que viven. La conjetura básica es que la calidad de los entornos familiares y locales determina o condiciona los resultados del modelo de financiación y que adicionalmente existe un nexo entre la desigualdad agregada del ingreso y las tasas de matrícula en la educación básica. El trabajo toma distancia respecto a los enfoques que hacen hincapié en los problemas de ineficiencia en la producción o en las fallas del diseño financiero del modelo de descentralización educativa adoptado en el país a partir del año 1991 y asigna un peso preponderante a la capacidad de apropiación efectiva de los recursos.