Resumen:
Una apuesta de esta tesis es que la función de la familia no es solo social, sino también política, porque involucra emociones que la vinculan o no con el mundo; además, esas emociones instauradas en las prácticas cotidianas, dejan entrever cómo se configura el entre nos, ese espacio de lo político que propone Arendt y que es fundamental para generar transformaciones, en el espacio público. En ese proceso de socialización, que se vive de distinta manera, según el momento de la trayectoria individual y el rol que asume cada integrante de la familia, se expresan las emociones y, de acuerdo con Nussbaum, éstas comienzan en la primera infancia. Por esta razón, me propuse analizar de qué manera puede contribuir la familia a la configuración de la subjetividad política de quienes la integran, identificando las emociones que acompañan sus interacciones cotidianas, y de qué manera éstas influyen en su vinculación con el mundo.