Resumen:
En los procesos históricos del ser humano, siempre ha habido espacios de encuentro, reflexión, interacción, recreación y aprendizaje; estos espacios exhiben y exhibirán una característica específica, construcción y adquisición de conocimientos experienciales, que llevan al ser humano a trascender lo vivido, en una realidad de aprendizaje colaborativo, sistémico y real. Estos espacios en la actualidad tienen un nombre: Hogar, aposento, recinto, contextos experienciales y específicamente, para esta investigación, el aula; entendida no solo como el salón de clase, sino también como todos aquellos espacios, donde el maestro comparte con sus estudiantes; un espacio transformador, entendido como un lugar de investigación, creación, producción y un compartir significativo de conocimientos y actitudes en pos del desarrollo humano. Es este escenario, el territorio de la presente investigación, la cual persigue reconocer el papel fundamental que ejercen dos actores sociales frente a los procesos de enseñanza y de aprendizaje: Maestro – estudiante. El maestro visto desde sus prácticas pedagógicas, entendidas estas como el pensamiento y la acción del mismo en el aula: Qué piensa de la evaluación y cómo la hace, cómo prepara la clase y cuál es su forma de desarrollarla, qué experiencias comparte, cuáles son sus mediaciones pedagógicas en el reconocimiento de sí mismo, del otro y de la otredad.