Resumen:
Ligar lo diplomático (como política exterior) con la diplomacia (desenvuelta en el plano regional) permite explicar la interdependencia compleja que existió en las relaciones México estadounidenses. Analizar en conjunto a la diplomacia y su representación concatena el análisis entre el deber diplomático y la supervivencia. Para hacer esta reconstrucción histórica se echó mano de múltiples fuentes documentales, especialmente de origen extranjero, las cuales leídas en conjunto con documentación de la región (Guadalajara y sus alrededores) han permitido proponer un análisis novedoso respecto al estudio de las relaciones entre ambas naciones. Con ello se pretende demostrar que el intervencionismo estadounidense también se vio permeado por intereses y motivaciones personales que en ocasiones se condujeron en direcciones contrapuestas a la política oficial. Esta propuesta analítica busca colaborar con los esfuerzos por superar la ortodoxa historia diplomática que privilegia el estudio de los tratados económicos y territoriales. Se propone trascender a la constriña del estatocentrismo, para aludir a fuerzas profundas, asentadas en lo social y mental.