Resumen:
Este libro, es producto de las inquietudes que han tenido como núcleo una serie de seminarios y discusiones teóricas y metodológicas desarrolladas en el Laboratorio de Estudios sobre Violencia, del Departamento de Sociología, en el CUCSH. Con enfoques diferenciados e interpretaciones contradictorias, aparecieron epistemología que trabajan con espacios encontrados, yuxtapuestos, complementarios, con explicaciones múltiples; la realidad contiene, en sí misma esa capacidad. Pero aún desde formaciones disciplinares propias de cada autor (a), desde la sociología, la antropología, la filosofía, la educación, la comunicación y el derecho, siempre prevaleció la temática de las Desapariciones de Personas como la temática inaplazable, como objeto de investigación central. Al explicar, desde aquellas diferentes disciplinas a las DFP, encontramos con codificaciones diversas, pero también con una zona gris en la que el lenguaje mismo se ve en problemas para definir y abarcar, con los conceptos hechos, las explicaciones de las personas que son y no están, que se convierten en una cifra más, que son una osamenta sin identificar, un cuerpo mutilado y sin rostro, de restos diluidos en ácidos de exterminio, o de fosas improvisadas y en clandestinidad. El escrito está desarrollado con tres hipótesis que abarcan las intervenciones del Estado, del crimen organizado y el papel que los familiares de las víctimas han desempeñado, especialmente en los términos de la creación de un cuidado de sí, cuya finalidad sería una subjetividad existencial. Contrapuesta a está creatividad, estaría la subjetividad violenta, como signo de los tiempos, en tanto encargada de activar las desapariciones de personas.