Resumen:
Desde inicios de los años sesenta, los Estados Unidos rompieron relaciones diplomáticas con Cuba, en parte debido a diferencias ideológicas sobre la dirección política y económica de la Isla. Aunque el bloqueo de los Estados Unidos impuso limitaciones al movimiento de personas, bienes y capital entre ambos países, las políticas estadounidenses no impidieron por completo el intercambio de ideas y la creación de conocimiento sobre las Américas. Por ejemplo, la Casa de las Américas tiene entre sus tres ejes temáticos una mirada sociohistórica de la presencia latinoamericana y caribeña en ese país norteño. En 2015, cincuenta y cinco años después del rompimiento de relaciones diplomáticas, se volvieron abrir las embajadas de los Estados Unidos y Cuba. Esto dio oportunidades para seguir ampliando los intercambios culturales, sociales, políticos y económicos entre las dos naciones.