Este segundo volumen que continúa el libro que publicamos en 2021 se propone fortalecer el eje fundamental que dió origen a la primera publicación: las adolescencias deben ser protagonistas de la agenda pública y la vida social. Y esto no es un deber ser, sino que se han ganado el derecho a ser reconocidas en estos espacios.
Cotidianamente hemos visto noticias durante la pandemia de adolescentes (y jóvenes) que supuestamente no respetaban las medidas sanitarias, a los que no les importaba la voracidad del virus y que aparentemente sólo se preocupaban por elles mismes. Es innegable que vieron modificada su vida cotidiana y eso afectó su salud mental, su relaciones, sus deseos, sus efectividades y emociones; pero, sin embargo, supieron comprender la situación y tuvieron la paciencia necesaria para sobrellevar el trastocamiento de sus rutinas y dinámicas.