Resumen:
La pandemia provocada por el COVID-19 ha puesto en relevancia la centralidad de los cuidados en la vida humana y en la relación con su entorno. El trabajo de cuidados en sus distintas expresiones, fuera y dentro del mercado, en el hogar, comunitario o institucional, es esencial para el funcionamiento de la sociedad y la sostenibilidad de la vida. No obstante, la crisis del COVID-19 puso también en evidencia las limitaciones de las formas en que se organiza y se provee el cuidado, exacerbando lo que ya se había calificado como la crisis del cuidado, pero en especial las desigualdades de género, clase, raza y territorio –entre otras– en el contexto de América Latina y el Caribe.