Extractivismos y sus implicancias en la salud, ambiente y territorios en Latinoamérica y el Caribe

Abstract

Vivimos en un tiempo histórico caracterizado por una artificialización y una aceleración exponencial del metabolismo sociedad-naturaleza. Los procesos de apropiación, producción, consumo y excreción impulsados por el capitalismo global niegan los límites biofísicos de nuestro planeta. En este contexto existen comunidades arrasadas y territorios sacrificados que sirven de alimento y sustrato a este modelo de producción y reproducción dominante en una división internacional de la naturaleza y la destrucción de los ecosistemas, la salud y la vida en el Sur global. En América Latina y El Caribe esto se ve reflejado en las diferentes formas que adquiere el extractivismo como modo central de apropiación de los bienes comunes. Tales procesos implican profundas transformaciones en los cuerpos-territorio de las comunidades por violencias, despojos, desplazamientos, contaminación y destrucción del tejido socioambiental. En la dialéctica entre estas dinámicas histórico-territoriales destructivas y los procesos protectores que tejen las resistencias entre diferentes actores sociales, se expresan los procesos sociosanitarios de los seres vivos y comunidades. A su vez, esta problemática requiere de abordajes anclados en la Salud desde el Sur, ya que la aceleración de estos procesos en nuestra región se vincula con determinaciones internacionales de la salud que se reactualizan permanentemente en procesos geopolíticos de Centros y Periferias. Los países del Norte global enriquecido necesitan del sacrificio de los territorios del Sur empobrecido para sostener sus niveles de consumo y realizar la transición energética en consonancia con las medidas de mitigación del cambio climático. Con este dossier generamos un espacio de diálogo y reflexión en el Sur sobre las transformaciones territoriales, ambientales y sanitarias que generan la destrucción y apropiación de la Naturaleza por parte del sistema mundo expresado en bloques de poder económico, y por ende, geopolítico militar.