This article analyzes how three films by the Argentine director Gustavo Fontán that emerged from a river’s literary tradition “paint” a river by exploring the relations between subject and landscape through haptic and sensorial dimensions. Moving away from the traditional film and documentary narratives, La orilla que se abisma (2008), El rostro (2013) y El limonero real (2016) center on an aesthetic and perceptive intensification to discover a new idea of experience which helps redraw the affective geography of the Argentine littoral.
Este artículo analiza los modos en que tres películas del argentino Gustavo Fontán parten de una tradición literaria fluvial, pero logran “pintar” un río al explorar las relaciones entre sujeto y paisaje a través de las dimensiones hápticas y sensoriales. Descentrándose de un sentido tradicional de narrativa documental y fílmica, La orilla que se abisma (2008), El rostro (2013) y El limonero real (2016) apuestan por la intensificación perceptiva y estética para encontrar una nueva idea de experiencia que permite redibujar la geografía afectiva del litoral argentino.
Este artigo analisa os modos em que três películas do argentino Gustavo Fontán partem de uma tradição literária fluvial, mas conseguem “debuxar” um rio ao explorar as relações entre sujeito e paisagem através das dimensões hápticas e sensoriais. Descentrando-se de um sentido tradicional de narrativa documentária e fílmica, La orilla que se abisma (2008), El rostro (2013) e El limonero real (2016) apostam na intensificação perceptiva e estética para encontrar uma nova ideia de experiência que permite redesenhar a geografia afetiva do litoral argentino.