Descripción:
En 1965 se logró un consenso inesperado en materia educativa: la implantación de la doble jornada escolar. Las matemáticas y los cálculos de cada uno de los participantes lo hicieron posible. Su solo anuncio permitió hacer un despliegue de imaginación sobre el porvenir de la educación con doble jornada. Tal vez allí estuvo la clave de su "éxito": el número de establecimientos educativos se multiplicaría por dos.