Descripción:
Dice Oscar Wilde que es más fácil simpatizar con el dolor que con la inteligencia. Este hecho puede tener que ver con una tendencia a situarnos siempre en posición privilegiada para ver y juzgar a los demás (yo-que me doy cuenta, que estoy mejor, que soy caritativo-compadezco al otro); y también con una resistencia a hacer uso público de la razón, con una inclinación a aceptar lo familiar y a rechazar lo cuestionante.