Descripción:
La aplicación de las concepciones y reflexiones psicológicas a diversos objetos en diferentes contextos son directrices de intervención, según la teoría y el campo, que le permiten al psicólogo diferenciarse de otras ciencias sociales y de la salud. Sin embargo, este panorama, paradójico en tanto es una multiplicidad de objetos (de estudio e intervención) y de métodos (de investigación y aplicación) lo que le otorga la especificidad a la psicología, se complejiza aún más cuando se propone su unificación e integración, desdibujándose así los límites no sólo entre los mismos campos sino también entre la psicología y otras disciplinas.
Muchas reflexiones teóricas y prácticas han intentado dicha unificación en contraste con aquellas que abanderan la diversidad, o con las que simplemente obvian este debate. Propuestas que han llegado a constituir escuelas con lenguaje propio, con una visión de su objeto y un método para intervenir sobre éste; diversidad que ha enriquecido a la psicología misma, dando vida a muchas discusiones, como por ejemplo, la supuesta neutralidad del psicólogo en su intervención amén de la exigencia de objetividad. Pero ¿hasta qué punto esta pluralidad de lenguajes y de visiones, algunas veces estandarizadas como 2 verdaderas, han entorpecido la discusión sobre el estatus científico o no de esta disciplina? ¿Es la pluralidad lo que ha ocasionado esto, o es el desplazamiento del debate hacia problemas de orden micro, que comprenden el ámbito de la aplicación, olvidando la discusión teórica o macro sobre los asuntos epistemológicos?