This article analyzes the project “Esta es mi ciudad: crónicas visuales de exhabitantes de calle”, developed by the audiovisual collective Katapulta Producciones, winner of the Laboratorios habitar mis historias scholarship from the District Institute of Arts (Idartes) in 2018. We take the project as a reference to debate the recognition of citizenship of homeless, which, from this point of view, requires a complex perspective social, cultural and artistic. The conceptual proposal includes four categories: street dweller as different, uneven and disconnected; recognition, citizenship, and intercultural education. The conclusions show that intercultural education with historically excluded populations is made possible through art, and that audiovisual art projects allow exchanges of knowledge, meanings, experiences and stories through teaching and learning processes among the various actors involved.
Este artículo analiza el proyecto “Esta es mi ciudad: crónicas visuales de exhabitantes de calle”, desarrollado por el colectivo Audiovisual Katapulta Producciones, ganador de la beca Laboratorios habitar mis historias del Instituto Distrital de las Artes (Idartes) en el 2018. Este proyecto se toma como referente para poner en debate el reconocimiento de la ciudadanía de las personas habitantes de calle que, desde este punto de vista, requiere una perspectiva compleja que aborde su componente social, cultural y artístico. La propuesta conceptual incluye cuatro categorías: habitante de la calle como diferente, desigual y desconectada; reconocimiento, ciudadanía, y educación intercultural. Las conclusiones muestran que la educación intercultural con poblaciones históricamente excluidas se hace posible a través del arte, y que proyectos de arte audiovisual como el estudiado permiten intercambios de saberes, significados, vivencias e historias mediante procesos de enseñanza y aprendizaje entre los diversos actores involucrados.