Resumen:
A comienzos del mes de mayo de 1928, los estibadores portuarios de la ciudad de Rosario se declararon en huelga demandando un aumento salarial. Esta huelga asumió características significativas, que se fueron profundizando con el correr de los días. Una de ellas es el grado de violencia que alcanzó tanto en la radicalización de los huelguistas, como en la aparición de los denominados “obreros libres”, “rompehuelgas” o “krumiros”, por su no pertenencia a alguna entidad obrera, quienes confrontaron constantemente con aquéllos, produciendo verdaderos altercados. Ante estos hechos se arrogó un rol protagónico el por entonces jefe de policía, Ricardo Caballero, un antiguo militante del sector personalista del radicalismo que había sido
vicegobernador en 1912 y que tenía su base de sustentación política sobre todo en la clase obrera urbana. Dicho rol lo obtuvo a partir de su insistente negativa a reprimir a los trabajadores.