Descripción:
Este artículo recoge criterios de reflexión en torno a la palabra y su poder de conciencia. La palabra como la mejor mediación de lo que somos, la magia que las palabras tienen para proyectarnos con nuestra mejor condición humana, la lectura como un encuentro de carácter personal, la palabra tecnologizada como producto de la subjetividad, y la escritura y la lectura como grandes generadoras de la lengua hablada. Con estos elementos se pretende señalar lo oportuno que es aprender a decir nuestra palabra; sobre todo es necesario aprender a humanizarnos con ella y desde ella.La palabra oral y escrita tiene su plena validez personal en la medida en que es la conciencia humana la que la produce, la elabora, la interpreta, la valora. La palabra, desde la conciencia humana, es lo que le da sentido a la realidad y crea significados con la mayor altura de conciencia profunda que puede haber en la expresión que enseña, que orienta, que critica, que dignifica, y que asume en su más plena validez humana lo que contiene.