Resumen:
Una aproximación teórica a la Marcha de la Gorra impone ubicarla como una acción pública contenciosa, es decir, una protesta social orientada a expresar una demanda en contra de la persecución, hostigamiento y, ocasionalmente, desaparición y muerte de jóvenes de sectores populares, a manos de la Policía de Córdoba (Argentina), violando sus derechos humanos básicos a plena luz del día y en el espacio céntrico de la ciudad. Pero esta forma, aunque técnica y precisa, no alcanza a dar cuenta de lo que la Marcha significa para miles de jóvenes que desde hace más de una década inventan un día nuevo en el calendario: el de la celebración de los cuerpos que “toman la calle por asalto”, para que todos sepan de la euforia de que son capaces, a pesar de llorar a todos los jóvenes que ya no están. Esta tensión que atraviesa la Marcha de la Gorra es la que intenta recoger el título del libro.