Resumen:
El autor comparte a plenitud la tesis de que la Revolución Cubana es martiana y marxista, y la defiende con pasión. Expone las principales ideas al respecto y desmantela con argumentos sólidos todo lo superfluo. En las circunstancias actuales de confrontación violenta de ideas, su aporte teórico es imprescindible, y al trascender los limites individuales tras su reciente fallecimiento, nos deja una última lección de generosidad y sacrificio a una causa común.