Resumen:
Angola ha experimentado, tal vez como ningún otro país africano –fundamentalmente por los factores concurrencia y permanencia de actores–, los efectos devastadores de una guerra que devino pieza clave dentro de la confrontación Este-Oeste y del conflicto regional de África Austral. En ese contexto, el país se convirtió en componente básico para la estabilidad o desestabilización del cono sur africano. Además, de manera marcada se utilizó y manipuló el factor étnico, tanto por actores internos como foráneos. El conflicto agravó las condiciones socioeconómicas del país, al tiempo que gran parte de su población se convirtió en refugiada o desplazada.