Descripción:
El siglo 20, en su comienzo, estuvomarcado por rasgos de juventud, rebelión,irreverencia, pasión por lanovedad; hoy, se cree menos en los valoresde la juventud, la novedad se ha convertidoen un ritual mundano, donde la vanguardiasignifica especulación mercantilista.Nuestro tiempo no es irreverente, pero síindiferente. Narciso ha reaparecido; él semira al espejo… y no se quiere. En nuestromundo, la conformidad y la pasividadcoexisten con la más inmisericorde vanidady el individualismo más obtuso. La tecnologíaha uniformado nuestros gustos ynuestras costumbres, pero no ha anuladolas pasiones que dividen a los hombres:envidia, rivalidad, horror y desprecio porlos ciudadanos. Por supuesto, no todo hasido negativo. La amenaza totalitaria se havencido, somos más tolerantes que hace30 años, las mujeres han aparecido en lavida pública, signo de una civilización verdaderade acuerdo a Fourier, y finalmente,hemos aprendido a vivir más libremente connuestros cuerpos y el de los otros.Octavio Paz (1993, p. 495)