Resumen:
El 29 de diciembre de 2006, Guatemala conmemoró diez años de la suscripción de los Acuerdos de Paz Firme y Duradera. Estos acuerdos, firmados en 1996 por el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, pusieron fi n a 36 años de conflicto armado interno y suponían un cambio de paradigma frente a la realidad nacional, asumido por el Estado y la sociedad guatemalteca. Transcurridos más de diez años de vigencia de estos instrumentos, resulta pertinente explorar si el cumplimiento o incumplimiento, por parte del Estado de Guatemala, de los compromisos derivados de los Acuerdos de Paz relativos a los pueblos indígenas han significado, en alguna medida, transformaciones en las condiciones de exclusión, discriminación y pobreza de los pueblos indígenas, al generar mecanismos que faciliten el ejercicio de sus derechos. A esa tarea se dedica este artículo, al explorar los antecedentes más relevantes de los Acuerdos de Paz sobre la materia, su contenido y los efectos más significativos de su cumplimiento o incumplimiento en la vida de los pueblos indígenas en Guatemala.