Resumen:
El gran triunfo de la economía neoclásica ha sido doble. Por un lado, su implantación ha tornado inviable el modelo desarrollista basado en el Estado y orientado hacia el mercado interno. Por otra parte, ha logrado centrar el debate en los problemas relativos al mercado, al crecimiento y a la economía, exiliando al Estado y a la sociedad a un segundo plano. El texto que se presenta aquí procura recuperar la cen- tralidad de la sociedad y el Estado en el debate desarrollista. Las metas del milenio son en esta empresa una excusa para traer al escenario a estos dos actores olvidados del debate desarrollista: Estado y sociedad.