José Antonio Meyer Rodríguez; Carla Irene Ríos Calleja; Lucía Alejandra Sánchez Nuevo; Reyna Madai Bañuelos Ramírez
Descripción:
Pese a que en México hoy convergen en la dinámica electoral tres modelos de comunicación política (terrestre, mediático e interactivo) que inciden, en mayor o menor medida, en la orien- tación de las campañas, en la contienda presidencial de 2012 fue el modelo mediático el que dominó mayormente el escenario y propició percepciones ciudadanas emotivas, con una escasa deliberación pública sobre las propuestas y competencias políticas de los candidatos. El modelo interactivo incorporó el uso de redes sociales como nuevos componentes de representación, pero sus efectos fueron relativos ante el condicionamiento de actores políticos y medios de co- municación. El modelo terrestre evidenció la permanencia de mecanismos de condicionamiento del voto en algunas partes del país, aunque sus resultados fueron poco definitivos. En ese senti- do, fue el alto valor simbólico de la campaña mediática el que definió la participación de un voto estratégico determinado por la coyuntura económica y social y la representación social emotiva de las opciones existentes.