El Marques de Altamira y las provincias internas de Nueva España

Abstract

En el siglo XVIII las tribus insumisas de las Provincias Internas demandaron considerable atención de los gobernantes del virreinato de Nueva España, pues en el Septentrión las rebeliones, muertes e invasiones se sucedían continuamente. Don Juan Rodríguez de Albuerne, marqués de Altamira, como auditor de guerra, durante quince años propuso a los virreyes Vizarrón y Eguiarreta, Fuenclara y Revillagigedo la política conveniente para pacificar y dominar a esos grupos de habitantes rebeldes. Estudió cuidadosamente el funcionamiento de presidios y misiones y consideró que su administración era deficiente y defectuosa. Sus ideas sobre la manera de hacer efectivo el dominio español en el norte del virreinato son una contribución al pensamiento reformador de los Borbones. Creía que la expansión española tenía un fin secular y que el gobierno en las llamadas "tierras de guerra" debía fundarse en la convivencia utilitaria de indios y españoles.