La conducta suicida es un problema de salud pública que afecta a la población mundial y se requieren estudios para detectar factores de riesgo en la práctica social, educativa y clínica. La incidencia más alta de suicidio e intentos de suicidio ocurre en jóvenes con edades entre los 18 y 24 años. El objetivo de este estudio ha sido caracterizar el riesgo suicida y factores sociodemográficos relacionados en población joven. Se utilizó una metodología cuantitativa, observacional y transversal. Participaron 340 jóvenes con edades entre 18 y 30 años (M=22,15; DE=3,324). Se utilizó una ficha sociodemográfica y la Escala de Riesgo Suicida de Plutchik. Se encontró que el 23,2 % de los participantes reportó sentimientos de depresión, el 55 % ha pensado en suicidarse alguna vez, el 23,8 % ha intentado quitarse la vida, y el 43,8 % presentó riesgo suicida. Uno de los hallazgos señala dependencia entre el nivel de riesgo suicida, con antecedentes de consumo de drogas, e intentos previos de suicidio en la familia y los participantes, pero no hubo asociación con las variables sexo, edad, estado civil, ciudad, nivel socioeconómico y actividad laboral. Los hallazgos resaltan la relevancia de los antecedentes de salud mental en la población en la comprensión del riesgo suicida y la necesidad de la prevención del suicidio en ámbitos universitarios.