Descripción:
El trabajo examina la historia de los mayas icaichés, y su contexto en el sureste yucateco a mediados del siglo XIX, para argumentar lo inadecuado del modelo de un "centro" político y económico que domina su "periferia" empobrecida. Grupo de mayas rebeldes que lograron su nivel de poder al convertirse en paramilitares antirrebeldes al servicio, y a las expensas de los gobiernos de Mérida, Campeche, Belice, Guatemala y México, los icaichés representan la aparente inversión del modelo de poder del centro sobre la periferia. Su caso también sugiere que, probablemente, el intento de aplicar un modelo ideal y fantasioso de control fue lo que permitió que las regiones fronterizas cobraran mayor poder, a expensas de la legitimidad de un centro debilitado, con la consiguiente demanda de interacción y cooperación entre las dos regiones, entidades y culturas. En este sentido, el artículo también sugiere que el poder político de una idealizada Nación-Estado no dependía de la uniformidad e integralidad anhelada de la región, sino de la tensión constante en sus fronteras.