Descripción:
Dadas determinadas características asociadas a la vulnerabilidad socioeconómica de un individuo ¿cuál sería su probabilidad de acceder a un programa de política social, en condición de beneficiario?, ¿tiene alguna relevancia la activación conflictiva de la "voz" ciudadana -a través de movimientos sociales, instituciones comunitarias, redes clientelares y/o partidos políticos- para aumentar dicha probabilidad? Las respuestas a estas preguntas constituyen uno de los temas centrales de la agenda de política pública en América Latina dados el acelerado crecimiento en los niveles de desigualdad y pobreza, y el "descontento" generado por la ineficacia de las instituciones democráticas en la resolución de estos problemas a lo largo de la década de 1990. A la luz del debate focalización¿universalismo, y a partir de un enfoque centrado en la economía política de la política social, este trabajo intentará evaluar en qué medida la búsqueda de una mayor equidad distributiva y/o la necesidad de legitimación política frente a los sectores más contestatarios resultan criterios determinantes para la selección de beneficiarios del Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados, el programa de combate a la pobreza más importante -en términos de cobertura geográfica y gasto social focalizado- en la historia de la política social en Argentina.