Resumen:
Durante dos años vivimos fuera del marco de política de la Helms-Burton, mientras el presidente Obama demostraba hasta qué punto las negociaciones y las relaciones directas con Cuba podían tener resultados reales para beneficio de ambos países. Sin embargo, el 8 de noviembre fue una derrota para la normalización. Ahora hemos regresado a la vida con la Helms-Burton y su enfoque basado en las concesiones. La Helms-Burton es la estrella polar de los simpatizantes de la línea dura y es la vía correcta para comprender de qué manera Trump y el Congreso de Estados Unidos abordarán la política hacia Cuba durante los próximos cuatro a ocho años. Comencemos con el presidente electo para comprender con quién estamos tratando.