Descripción:
En el presente artículo se analizan los imaginarios de los niños, hijos y nietos de quienes vivieron la guerra en Guatemala (1960-1996), que ahora se encuentran en dos contextos diferentes (México-Guatemala). Debido a lo complejo del conflicto armado, no es posible decir que hay unicidad en el recuerdo; las distintas experiencias conforman una memoria dividida. No obstante, durante el trabajo de campo, al pedir a los niños que dibujaran sus saberes sobre la guerra, han surgido diversos relatos, que nos dan cuenta de que la casa y la oralidad se mantienen como vehículos privilegiados de la memoria y la resistencia.